Una actitud responsable, demostrada a lo largo de los años, a través de la implementación y el desarrollo de un conjunto de procesos, requisitos previos y prácticas que tienen como objetivo la gestión conjunta de la calidad e seguridad alimentaria en la nutrición animal:
- Preocupación por el control de la fuente: las materias primas se seleccionan mediante una evaluación rigurosa de los proveedores y se controlan mediante un plan de monitoreo analítico detallado (químico y microbiológico);
- Adopción de las mejores técnicas de fabricación que proporcionan:
- Homogeneización apropiada de macro y micro ingredientes;
- Minimización del arrastre - contaminación química;
- Eliminación de la contaminación microbiológica a través del procesamiento térmico.
- Adecuación de los planes de higiene a las infraestructuras existentes y monitoreo sistemático de estas acciones, en particular a través de sistemas de vacío central que permiten niveles de limpieza apropiados para la actividad desarrollada;
- Preocupación permanente por la capacitación y la responsabilidad de los empleados por las tareas realizadas.